Agustín, Alma, Álvaro, Andrés, Boris, Carlos, Carlos, Carmen, Chapu, Cota, Covadonga, Curro, David, Depurisimayoro, Domingo, Elbibio, Enrique, Eusebio, Fabad, Faustino, Gloria, Israel, Jandro, Javier, Javier, Jon, José Luis, Kaparra, Leticia, ludo, Luis, Luis, Manolo, Manon, Marcelo, Margarita, Martín, Niño de las Ventas, Noelia, Numeritos, Pablo, Paco, Papa Negro, Pedro, Raúl, Rober, Rosa, Rubén, Salva, solymoscas, Tony, Vicente.
Esta lista está incompleta, pero he querido recopilar algunos nombres, nombres de aficionados, bloggers y no, algunos simplemente participan activamente en comentarios en los blogs, que me han venido acompañando durante los más de tres años que lleva vigente lo que se dio en llamar la blogosfera taurina. Nombres que con el transcurrir del tiempo dieron paso a las personas, con alguno he fraguado amistades sólidas, a otros apenas los conozco aunque me resultan como de la casa, y a otros ni siquiera los he visto una vez en mi vida aunque si los viese les podría reconocer y seguro que charlar un rato.
El caso es que somos bastantes y hemos tenido ante nosotros una oportunidad estupenda de aportar algo a la fiesta de toros, aportar algo para mejorarla y defenderla, incluso tenemos una herramienta propiciatoria como es Torear, el mejor blog taurino, verdadero aglutinador de nuestra pasión, pero no lo hemos sabido hacer, la hemos jodido a base de bien.
Con todos comparto una afición y mi forma de entender las cosas coincide con la mayoría de vosotros en más de un 60% de los hechos que debatimos, hay puntos en los que podemos discrepar, incluso con alguno a lo mejor sólo coincidimos en un 45%, pero ese 45% merecía la pena que lo defendiésemos juntos, que nos uniésemos, que mostrásemos la fuerza que da el interés común, además creo que debíamos aceptar ese compromiso. Por el contrario nos hemos ido enfrascando en guerras cainistas, excelente definición que aporta Rosa, y nos hemos ido tirando piedras entre nosotros mismos, a nosotros que compartimos trinchera, ni siquiera se trata de una guerra civil, sino de una guerra intestina, y hemos hecho un flaco favor a lo que defendemos sirviendo en bandeja al verdadero enemigo, EL QUE DE VERDAD QUIERE FRAUDEAR LA FIESTA DE TOROS, argumentos para hacerle sonreír y que piense que los aficionados no merecemos ser escuchados, porque ni siquiera somos capaces de mantener un discurso común, un discurso de “mínimos”, no hemos valorado que lo único que podíamos aportar, si es que podíamos aportar algo, que ya dudo de ello, era sentar unas bases innegociables sobre lo que de verdad nos ocupa y preocupa, el tercio de varas, el afeitado, la presentación de los toros, ampliar el abanico de encastes, defender oportunidades a toreros que lo mereciesen, denunciar injusticias políticas y empresariales y poco más, pero ojo esto hubiese sido un gran triunfo, aunque parezca pequeño, pero no lo hemos logrado, hemos fracasado.
Muy al contrario los egos se han desatado, lo hemos llevado todo por el tema personal, algunos con mayor responsabilidad que otros desde luego, y nos hemos convertido en catedráticos, dogmáticos y sobre todo separatistas, hemos hecho bandos, no hemos respetado o no hemos sabido entender que debíamos haber luchado por lo que nos unía y no hacer de lo que nos separaba nuestro caballo de batalla, sobre todo porque lo que nos separa casi siempre está en el mundo de lo subjetivo, de las emociones, y ahí no nos podemos inmiscuir, debemos ser más tolerantes.
Verdaderamente siempre tenemos motivos para pensar diferente a los demás y pasa una cosa en los toros que todo el mundo es dueño de su razón y es así, todos tenemos siempre parte de razón en lo que argumentamos, siempre, pero hemos dado mayor trascendencia a esos argumentos y los hemos convertido en lo único que estábamos dispuestos a defender, llegando si fuera necesario al insulto personal y al descrédito del aficionado que piensa diferente a nosotros.
Sinceramente, creo que estamos haciendo el ridículo, hasta el punto de que empiezo a sentirme incomodo con esto, hace mucho tiempo que apenas escribo cosas que no sean de mi amigo Juanito Ortiz que se lo merece, y me he dado cuenta de que lo hago porque veo que todos nos encontramos sometidos a juicios sumarisimos por tribunales que juzgan lo que escribimos sin piedad ni compasión y en cuanto te sales un poco de la raya te dan pal pelo como si no costase…y el enemigo es otro, sin embargo, uno que se está riendo en su sillón mientras la fiesta de toros está cada vez peor, y sobre todo cada vez más aburrida.
Señores no hemos aportado nada, el mundo de Internet nos abrió una puerta, nos dejó un sitio para expresarnos y para mejorar la imagen de los toros en este universo globalizado y no lo hemos sabido aprovechar, yo desde La Tienta, que languidece como una cerilla después de encendida, os pido a todos, a los de la lista y a los que no estáis que hagamos juntos un examen de conciencia profundo, que tengamos la virtud de reflexionar e intentar encauzar esto, que estamos a tiempo, que podemos hacerlo, pero sólo si estamos juntos y remamos en la misma dirección. Que no tenemos que pensar al ciento por ciento igual, pero el 45 por ciento que nos une es tan sumamente importante que merece la pena el esfuerzo.
Intentémoslo de nuevo.
Un abrazo a todos, porque de alguna manera, os considero mi familia.
Acercando desde lo más taurino y añejo, la propia tienta, a los aspectos más vanguardistas y novedosos en los que intervenga el orbe taurino; cultura, tecnologia, información, personajes, clásicos, taurinos, plazas y sobre todo un protagonista, "El Toro"