Lo que hizo Eto'o el sábado en Zaragoza ha tenido una honda repercusión y ha servido para en prácticamente todos los campos de España. La violencia, la xenofobia, el racismo y la falta de respeto a los demás es algo habitual, rutinario, asumido e incluso disculpado por algunos. Empezando por el insulto al árbitro hasta llegar a la agresión física no hay un camino tan largo. Lo vemos temporada tras temporada. Este año sin ir más lejos hemos visto una agresión a un arbitro en Mestalla en el partido de copa del rey entre el valencia y depor. Hace unos años cuando el madrid jugó en el Camp nou cayeron al campo todo tipo de objetos como mecheros, móviles, monedas, hasta vimos una cabeza de cochinillo y lo más grave de todo, una botella de J&B ¿Qué hubiera pasado si le da a alguien en la cabeza? El Barça fue sancionado con el cierre de su estadio, sanción que nunca cumplió. En otro Madrid-Barça un socio del Madrid bastante entradito en años no tuvo mejor ocurrencia que propinar unos puñetazos en la espalda a Reina, por entonces portero del Barça. El hecho quedó sin sanción reseñable.

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En el Sánchez Pizjuan unos "ultras" propinaron una paliza a un guardia jurado. Cuando bajó el Tenerife a segunda hinchas lanzaron piedras (enormes por cierto) a los coches de un par de jugadores. Esta misma temporada tras un partido los aficionados del Zaragoza, no precisamente ultras radicales, esperaban al árbitro para lincharlo por supuestos errores que les hicieron perder el partido. Uno de los que esperaban y que sólo pudo golpear el coche del árbitro dijo que la cosa no iba a cambiar hasta que matasen a alguno...
A toda esta violencia física siempre le acompaña una violencia verbal como paso previo. Cada vez que saca de puerta el portero visitante se acompaña de un insulto (eeeee...cabrón!), el arbitro desde el primer momento es un hijo de puta y desde hace un tiempo los gritos simiescos son habituales en todos los campos. En el caso del Espanyol, los ultras la han tomado con su propio portero, el camerunés Kameni. Recuerdo cuando en el Madrid jugaba Freddy Rincón y los ultras sur le insultaban por el color de su piel.
Cada vez que viene un equipo vasco a jugar al Bernabeu los gritos contra los vascos se multiplican. Y no sólo en el fondo sur.
Para mí el fútbol es un juego del que disfrutar y los estadios el lugar donde uno debería pasárselo bien, animar a su equipo y aplaudir a los buenos jugadores sean del color que sean, del país, de la región o del equipo que sean.
Es un asco ir al estadio y ver día tras día el ambiente que hay. Creo que nunca llevaría a un hijo mío (si tuviese) a semejante ambiente.
Creo que esta situación no puede continuar. Es intolerable el trato que reciben los árbitros desde el fútbol base hasta la primera división. La forma en que caldean los ánimos jugadores, entrenadores, directivos o periodistas para determinados partidos es bochornosa y debería ser vigilada y sancionada.
Creo sinceramente que no se puede permitir, como no se permite en otros ámbitos, esta violencia. Acabar con comportamiento racistas en el fútbol creo que es un primer paso, al que tendrían que seguir muchos otros como expulsar de los estadios a todos los grupos nazis, fomentar un clima más respetuoso entre jugadores, entrenadores, directivos..., trabajar por el respeto a los árbitros.
Me temo que nada de esto pasará y que en el fútbol seguirá aflorando la violencia "dormida" que hay en parte de nuestra sociedad.
Aquí podemos ver a Roberto Carlos regalándole su camiseta al lider de los ultras sur. A lo mejor Roberto Carlos no sabe que ese tipo va pegando a negros por las calles.