Blackbird, el último trabajo de Alter Bridge (publicado por Universal), es uno de los mejores discos del 2007 sin asomo de duda. Pocas veces hago una aseveración tan categórica pero tras escucharlo sin parar durante dos meses, el disco me parece impresionante, y confirma a la banda como uno de los pilares del mundo del rock en la actualidad.

Y todo ello a partir de una primera escucha en la que me gustó sin más, para con las siguientes ir creciendo, hasta que una oscura mañana, camino del metro, me encontré a mí mismo caminando con más energía a medida que los compases iban sonando. Energía es lo que transmite el grupo en sus nuevas canciones. Fuerza, garra, y pasión que te llega como un torrente y te arrastra.

Mark Tremonti y su guitarra es el alma del grupo. Fundador de los desaparecidos Creed, Tremonti se luce en cada tema con una colección de riffs y figuras rítmicas espectaculares, con una dureza pero también con una melodía que no habíamos visto en él hasta ahora. A su lado hay que destacar al vocalista Myles Kennedy, con un tono único en el panorama de hoy, con una amplitud de registros enorme que alcanza con naturalidad, desde los más graves a los más altos. En algunas estrofas me recuerda al mismísimo David Coverdale de Whitesnake. Junto a ellos están Scott Phillips a la batería y Brian Marshall (también fundador de Creed) al bajo realizando un muy buen trabajo.

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¿Qué nos encontramos al pulsar el play? Con la imponente Ties That Bind, que crece como una ola desde la intro rápida y limpia para arrasar todo lo que encuentra a su paso con el riff principal y la voz seria de los versos. Atentos al solo de guitarra colocado al final de la canción porque no tiene desperdicio.

El ataque continua con Come To Life, una canción con un sonido más clásico en las que destacan los efectos de las guitarras y una línea de bajo con un ritmo muy logrado.

Y así llegamos a Brand New Start, el corte estrella, con una estructura típica de intro y versos sostenidos por arpegios limpios y brillantes que se convierten en un muro de fuerza en los coros. La canción engancha desde la primera escucha gracias a la voz de Myles, casi susurrante en los versos para elevarse con una fuerza tremenda en los coros. El solo de Tremonti es sencillamente espectacular. Aquí tenéis su versión original y una acústica.

Buried Alive y Coming Home nos devuelven a la realidad con sus retorcidos riffs de guitarra y las voces distorsionadas y dobladas.

Before Tomorrow Comes es el primer respiro del disco y tiene un sonido muy de finales de los 90, con un halo a lo Seattle.

Rise Today fue el primer sencillo que lanzaron. Es un temazo en el que llama la atención el coro con un diseño perfecto para los directos. A partir de ahí, discurre una canción que llega a la primera escucha con otra gran actuación de la voz y las guitarras.

One By One nos somete a una descarga pesada con su ritmo más lento y su sonido denso que se afina en un verso y un coro delicados.

Por último, destacamos Watch Over You, el corte más íntimo del disco con un tono acústico y un sonido muy dirigido al gran público que puede escuchar cualquier emisora de radio.

En resumen, Alter Bridge es una banda enorme que no hace más que crecer con cada entrega como prueba su Blackbird. Su rock duro y moderno está plagado de melodías que atrapan por su preciosismo y por su fuerza; sus integrantes son unos músicos de calidad, y su futuro espero que sea muy brillante porque hay pocos grupos así.