Deduzco de las caras con corbata
los no-sueños y almas secas de la gente.
Exprimieron nuestras vidas con rutinas,
desecaron nuestros flujos: soy pellejo,
drenaron nuestras lágrimas agotando las ilusiones.
Ellos, sean quienes sean ellos,
redujeron nuestro caminar al tránsito
de maniquíes de ojos fijos sin mueca.
Construyeron oficinas en los parques,
germinaron flores secas, soles fríos.
Condenaron nuestra robótica cotidiana
a escurrir nuestras lágrimas en abrazos
las de explosiones de no se “por que” ni “como”,
como barrancos entre rutinas de ojos secos.
* Este post ha aparecido aquí como quien no quiere la cosa(no me preguntéis como). Apareció ya publicado en su momento,pero he decidido no borrarlo.
Leo en El Diario de Mundo Visual :
El juez chileno Juan Carlos Urrutia procesó y ordenó la prisión del teniente coronel retirado Mario Manríquez Bravo, como autor del asesinato del cantautor Víctor Jara, en 1973. Se trata del primer procesamiento que se dicta por el homicidio del músico. En su resolución el juez sostiene que Jara perdió la vida en el Estadio Chile, el 15 de septiembre de 1973. La decisión, se adopta 31 años después de la muerte del músico chileno.
Para Gabriel Cisneros uno de los papás de nuestra Constitución (porque se decidió que era un “sabio” no porque el pueblo de legitimase para ello) debe ser una mala noticia porque el otro día le escuché que en nombre “de eso que llaman la recuperación de la memoria histórica” se están removiendo asuntos que quedaron zanjados en la transición.
Dejo la letra de una de las canciones de amor y lucha más bonitas que conozco:
Te recuerdo Amanda
Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.
Son cinco minutos.
La vida es eterna en cinco minutos.
Suena la sirena de vuelta al trabajo,
y tú caminando, lo iluminas todo.
Los cinco minutos te hacen florecer.
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.
Que partió a la sierra.
Que nunca hizo daño. Que partió a la sierra,
y en cinco minutus quedó destrozado.
Suena la sirena, de vuelta al trabajo.
Muchos no volvieron, tampoco Manuel.
Victor Jara.
Estaba buscando en la biblia Google (algo existe si está aquí contenido) los famosos versos de Bertolt Brecht que dicen “Hay hombres que luchan un día…” Son palabras muy conocidas, casi como poesía “pop”. Mucha gente las conoce porque son la introducción de Sueño con serpientes (Silvio Rodríguez), otros por el pifostio que se montó en las Ventas cuando lo de Miguel Angel Blanco y el facherío alborotado, algunos por una chica o chico de pelo alborotado que se lo escribió en un separador de la carpeta, y muchos por el mismo autor, claro. El caso, y causa real de este “post”, es que al introducir en el cajetín de google el primer verso he llegado a una página con el escudo del Instituto de Geografía con un resumen de “Algunas características geoquímicas y litológicas de fragmentos basales de la brecha del cráter Chicxulub”. Da mucho que pensar, acerca de las curiosas conexiones de la vida y de la actitud de principios de algunas personas en cada una de las parcelas de su vida.
HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN DÍA
Y SON BUENOS,
HAY OTROS QUE LUCHAN UN AÑO
Y SON MEJORES,
HAY QUIENES LUCHAN MUCHOS AÑOS
Y SON MUY BUENOS,
PERO HAY LOS QUE LUCHAN TODA LA VIDA,
ESOS SON LOS IMPRESCINDIBLES"
Bertolt Brecht.
Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.
Yo vendré del desierto calcinante
y saldré de los bosques y los lagos
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.
Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé de las primeras balas
más temprano que tarde sin reposo
retornarán los libros las canciones
que quemaron las manos asesinas
renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.
Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.
Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.
Pablo Milanés
Hemos podido leer estos días que un puticlub de Nevada ofrece unas jornadas de sexo gratis a los muchachos que han vuelto de hacer la guerra de tierras mesopotámicas. Desde luego la guerra no ha terminado ni tragicamente en serio ni en lo pateticamente cómico. Patriotismo valleinclanesco. Allen Ginsber hace muchos años: "Después del gran desfile".
Millones de gentes, ovaciones y banderas de alegría en Manhattan
Ayer, hoy martes han vuelto a sus trabajos y su artritis
Qué les hizo desear tanta pasión final, tanto deleite en común
¿Volverán a vivir otra vez estas horas de arrebato y confeti?
¿Han olvidado que los Corredores de la Muerte dieron esta victoria?
¿Acaso otras 200 mil muertes en un desierto del fin del mundo provocarán
su júbilo?
Allen Ginsberg.
Bitácora de Eltránsito.
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