Cuando llega mayo reverdecen las esquinas del lago. Una fila de hormiguitas recoge los últimos restos de pan. En las rocas toman el sol las lagartijas, aliviándose el calor por la humedad.
A media mañana, baja cargada de ropa la lavandera. Se arrodilla junto a las rocas tarareando una vieja melodía que aprendiera de niña, cuando lavaba su madre mientras ella jugaba persiguiendo a las lagartijas.
Cuentos y Descuentos.