-Crónica de Rubén-

Cuando me enteré que La Broma Negra habían vuelto, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Libvido, su primer trabajo fue el primer CD
que me compré allá por 1993, concretamente un mes de marzo. Desde
aquel entonces ha sido, sin duda alguna, uno de los álbumes que más he
escuchado. Temas como Adiós a los Lobos Rojos, María, La Hija del
Enterrador, Adicción, Amén o Bésame Dentro han soportado el paso del tiempo, convirtiéndose en unos verdaderos clásicos que tarde o
temprano siempre recuerdas y escuchas.

Ayer tuvimos la oportunidad de acudir a la presentación en directo de
su tercer álbum "Envenenador de Manzanas". El concierto simplemente
fue impresionante, el sonido perfecto, ni un acople, los instrumentos
sonando en perfecta harmonía, la voz, que se puede decir de la voz de Carlos, única, maravillosa, todo lo que se diga es poco.

Me gustó mucho el bajo, sonaba pero que muy muy bien, muy al estilo de The Cure en "Desintegration", dándole mucha profundidad al sonido y no limitándose a ser un mero acompañante.

[Mas:]

La batería también muy bien, muy contundente, dándole mucha vida a
cada una de las canciones.

Las guitarras, muy buenas, la principal de Alex, perfecta, creando un
sonido que es la seña de identidad de la banda y que sólo ellos pueden
hacer y la de Carlos acompañaba perfectamente a la principal, dando un
toque más rockero.

La voz de Carlos, como he dicho arriba, es impresionante, tremendamente emotiva y desgarradora. Es un verdadero placer
escucharle y ver la cantidad de sentimientos que transmite en cada una
de las canciones.

El concierto dio un completo repaso a su último álbum, donde, para mi,
destacaron sobre el resto, "Pablo Ruiz Picasso", "Un Ángel Marcado",
impresionante que tema y que interpretación, y sobre todo me encantó
Fantasma, que es una canción simplemente perfecta y su interpretación
en directo fue acojonante, con una intro misteriosa y la voz de Carlos
sonando más atormentada que nunca.

Mención especial merecen "María", "Adicción" y "Amén" que fueron interpretadas fielmente conservando toda su fuerza y haciéndonos
vibrar como nadie lo había hecho en mucho tiempo.

Por último agradecer a Alex, Carlos, Andrés y Paco la oportunidad que
nos brindaron de poder disfrutar de una de las mejores noches de nuestras vidas.

Pd. Dedicado a mis compañeros de viaje y a mi hermano que no pudo asistir
por fuerzas mayores.