Más te digo

En La Máscara del Demonio Mario Bava nos cuenta una historia que dura doscientos años. Una historia llena de clasicismo romántico, de aquellas que hunden sus raíces en la Edad Media y se ambientan en pedazos de cartón piedra góticos y niebla.

Se trata de la Ópera Prima de Bava (1960) y es una película canónica de género que al parecer estuvo prohibida en numerosos países católicos por la visión que de la Inquisición se da en la misma.

La escena que da comienzo a la película en la que los inquisidores rusos sacrifican a la bruja clavándole una máscara de pinchos (“la máscara del demonio”) tiene muchísima potencia. Luego una serie de constantes del género que gustarán a los que disfruten con este tipo de títulos: el científico racional que niega los poderes del más allá, la bruja que necesita encarnarse en la joven para recuperar su belleza (ambos personajes son magníficamente interpretados por Barbara Steele), y el amor llegando para salvar a la joven y cerrar la maldición familiar.

Es el espíritu de la Hammer hecho en Italia sobre un cuento de Gogol, muy emparentada con Las novias de Drácula de hecho.

La película no sería la que es sin los inmensos ojos de Barabara Steele, a la que esta película convertiría en una estrella del fantástico, luego vinieron para ella Corman adaptando a Poe (El péndulo de la muerte) y una de mis películas favoritas de Cronemberg, Vinieron de dentro de…La británica es sin duda una de las actrices favoritas de muchos locos que han probado el bebedizo del cine fantástico.

Un título clásico para congelar el ambiente en estos días propios de Arizona que nos llegan.