Últimamente vengo observando un creciente clima de hostilidad hacía nuestro último, que no reciente, premio Nobel de literatura: Camilo José Cela. Le acusan de haber sido espía de Franco y hasta de trabajar como propagandista para un dictador latino, y ya se sabe que en España cuando abrimos la veda contra alguien no paramos hasta darle caza (y sino que le pregunten a la Pantoja).

Bromas a parte, ignoro si las acusaciones son ciertas (que probablemente lo sean), pero como le diría Rhett Butler a Scarlett O´Hara, francamente me importa un bledo.

Vivimos en el siglo de lo políticamente correcto y parece que algunos periodistas, contertulianos y enteradillos en general han dejado de juzgar a los artistas por su talento para empezar a hacerlo por su catadura moral, entendiendo esto último desde su propia escala de valores, que para algo se inventaron los raseros.

Pero los desmemoriados deberían recordar que ganar el Nobel no equivale a ser santificado. A Kissinger le dieron el de la paz y aunque el premio va acompañado de muchos millones, no creo que al amigo de Pinochet le alcance para comprarse una parcelita en el cielo, aunque de ser así igual tendría de vecino a otro ilustre hombre de bien, el Papa Alejandro VI, padre y amante de Lucrecia Borgia y conspirador oficial del reino, que utilizó a su hijo César como un instrumento en su juego de poder, para mayor gloria de Maquiavelo.

Leer mas!

Se daba un aire a Twiggy, por su cuerpo menudo y su pelo a lo garcon, pero compartía esa aureola trágica de heroína torturada que tan bien conocemos por Marilyn. Edie Sedgwick, una niña bien criada en una familia americana de clase alta, llegó al Nueva York de los 60 después de haber sufrido abusos en su infancia por parte de un padre sádico y manipulador, y de haberse corrido muchas juergas en la facultad de arte, antes de abandonar sus estudios para probar suerte como actriz.

La gran manzana era un hervidero creativo y un eterno carnaval, en medio de la vorágine de sexo, drogas y rock and roll, Edie se movia como pez en el agua, despilfarrando dólares en elegantes comidas, limusinas, gramos de speed y máscara de pestañas, porque antes que yonky Edie fue una fashion victim acomplejada, que ocultaba su belleza tras kilos de kohl porque nunca se sintió guapa.

Leer mas!

Descubrimos a Britney por primera vez a finales de los 90, enfundada en un uniforme de , tenía diecisiete añitos y una carrera prometedora que le llevó al número uno en las listas de venta de todo el mundo. Por entonces aun presumía de ser virgen, aunque con cada nuevo disco fue perdiendo ropa, acumulando escándalos y subiendo el voltaje de sus videoclips.

La princesita del pop tuvo un escarceo con el sobrevalorado Justin Timberlake y una boda express con un amigo de toda la vida durante una noche de juerga en las Vegas, pero quien finalmente consiguió llevarse el gato al agua fue un bailarin guaperas llamado Kevin Federline, con el que se casó en 2005. Además de la cintura, Britney perdió una fortuna con este matrimonio y a punto está de perder hasta la custodia de sus dos hijos, tal y como pretende la sanguijuela de su ex (aunque las malas compañías, tipo Paris Hilton, los excesos con el alcohol y su manía de no usar bragas cuando lleva minifalda, tampoco es que le estén ayudando demasiado).

Tras casi dos años de silencio, la antaño niña prodigio, ha reaparecido en la última entrega de premios de la MTV luciendo lorzas, bailando descordinada y en aparente estado de embriaguez, al más puro estilo Courtney Love.

Leer mas!

De todos es sabido lo de mi afición por los psicópatas, pero que nadie se asuste, no los colecciono (aunque por mi curriculum sentimental, sin ser muy extenso, creo que ha pasado más de uno), me refiero a la curiosidad morbosa que me generan sus historias y el ponerle rostro a esos fríos homicidas que a diferencia del resto de los mortales no mata por dinero, ira o poder, sino por una búsqueda tan voluptuosa como enfermiza del placer, búsqueda que por otra parte ha movido el mundo, según Freud, desde que el primer chimpancé se bajó del árbol para caminar erguido.

Supongo que esto de la psicopatía se hereda por línea materna porque mi madre vive enganchada a los programas de sucesos y de haber nacido en la Edad Media o en el Estado de Texas, no se habría perdido una sola ejecución pública (o televisada). Pero no estamos aquí para hablar de mi madre, sino de Ed Gein, cuyo nombre quizá no os diga mucho pero al que conocéis de sobra por películas como Psicosis, La Matanza de Texas o El silencio de los Corderos.

Leer mas!

Parece que fue ayer cuando la Uge tuvo que emborracharse con orujo para combatir los dolores del parto (es que por aquel entonces la epidural todavía no estaba de moda y cada cual se anestesiaba con lo que tenía más a mano), pero han pasado nada menos que 29 años, y aunque la Uge sigue dándole a la botella la Mery ya ha crecido y hay que reconocer que esta mejor que nunca.
Supongo que si sigue tan estupenda pese a su edad (porque chica acéptalo, ya tienes más años que un campo) es porque la Mery sabe que la clave de la vida consiste en tomarse los problemas con humor y un chorrito de tequila, que al mal tiempo minifalda y mañana Dios dirá. Pero cuidadito con ella, que aunque la Mery es rubia no tiene un pelo de tonta, no solo copiaba mis exámenes de filosofia sino que encima conseguía que la profesora me echara la culpa a mi, aquello debio ser por la época en la que robábamos los fernanditos de Luisje y nos emborrachábamos con coca cola y aspirina, porque la paga no nos daba para más, pero no voy a seguir contando historias porque no acabaria nunca, que de esos 29 años que acabas de cumplir más de la mitad los hemos pasados juntas.

Muchas Felicidades guapísima, te he dejado un pequeño regalo que puedes ver pinchando AQUI, que cumplas muchos más y recuerda: entre la culebrilla y la anaconda, elige siempre la más gorda.

Soy de las que piensan que las fiestas del orgullo gay son a la causa homosexual lo que la minifalda al feminismo, pero a veces a una sólo le apetece ponerse una minifalda y salir a bailar por más frívolo que resulte, y en esas andaba yo cuando me enteré por un mensaje que mi amiga Kelly Vogue había ganado el concurso de Miss Mundo tranx.

Kelly es una de esas personas especiales con las que sólo te cruzas por casualidad una vez en la vida. La conocí en clase de teatro, llegó envuelta en una coraza de lentejuelas que ella misma había bordado para protegerse del desamor, y terminó desnudándose por dentro y por fuera hasta mostrarnos la parte más vulnerable de su verdadero yo.

Leer mas!

Según los psicólogos la mayoría de nuestras fobias y trastornos adultos se forjan en la infancia. Así que viendo cómo eran de pequeños los famosos, y los que no lo son tanto, se comprenden muchas de sus excentricidades actuales.

No hay más que ver a esta simpática adolescente canadiense en sus años de instituto. La joven comprendió enseguida que con ese cardado y un escote tan escueto, lo más lejos que iba a llegar en la vida sería a Utah, y decidida a revelarse contra su destino y de paso ligarse al capitan del equipo de rugby, se implantó unos cuantos kilos de silicona, se alisó el pelo y se pasó tres pueblos con el bote de peróxido, hasta convertirse en la doble maciza de la Barbie Malibú. ¿Adivinas de quién se trata?... Pincha sobre la foto para descubrirlo.

Leer mas!